Svět bez válek a násilí

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Na činnost hnutí Nenásilí navazuje mezinárodní humanistická organizace Svět bez válek a násilí.
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Escudo espacial

Paz creciente o destrucción creciente

Paz creciente o destrucion creciente

PAZ CRECIENTE O DESTRUCCIÓN CRECIENTE

 Un sueño acompañó a la humanidad en estas últimas décadas: El desarrollo tecnológico nos llevaría a una sociedad evolucionada, rica y justa, donde paso a paso los problemas aún presentes se hubiesen resuelto. Hemos imaginado el 2000 como la época en que las palabras guerra, terror, pobreza, habrían perdido su significado. Lamentablemente, aunque sea duro de aceptar, la realidad es diferente al sueño: vivimos en el absurdo de las guerras, en el terror, en el sufrimiento y en la pobreza material y espiritual.En algunas naciones, donde se vive un período de relativa paz, a veces la guerra es solamente una palabra escuchada en televisión, pero en realidad la guerra es muerte, destrucción, pobreza, dolor, es el fracaso de la civilización humana.

LAS ARMAS EN EL MUNDO

Hoy están en curso más de 30 guerras. Cada año mueren a causa de las armas 500.000 personas, 1.300 por día, una por minuto.El gasto militar mundial, notablemente incrementado en los últimos años, ha sido en el 2005 de más de 1 billón de dólares. La mitad de este gasto ha sido realizado por Estados Unidos, seguido por Gran Bretaña, Francia, Japón y China. En este ranking del horror siguen Alemania, Italia, Arabia Saudita, Rusia, India, Corea del Sud, Canadá, Australia, España e Israel. El gasto total de estos 15 países equivale al 84 % del gasto militar mundial.Se trata de cifras absurdas, baste pensar que el vértice del G8 en el 2005 ha destinado sólo 50.000 millones para la ayuda a África.Los países industrializados son los principales exportadores de armas ligeras. Los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas controlan el 88 % del mercado global de los armamentos. Esto significa que las naciones que se sientan en las conferencias por la paz, son las mismas que producen armas y que tienen intereses grandísimos en que la paz no se concrete. 

LAS ARMAS ATÓMICAS

En 1945, contra un país ya en una situación extrema y listo a rendirse, fue lanzada, por primera vez, la bomba nuclear sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaky: 180.000 muertos en pocos segundos! Al horror de los campos de concentración se agregó el nuclear. En los años sucesivos, la carrera de armamentos nucleares llevó varias veces a la humanidad cerca de un conflicto mundial.
En 1970 entró en vigor el Tratado de No-Proliferación Nuclear: las potencias nucleares se comprometían a desmantelar los propios arsenales y a no aumentar las propias dotaciones, mientras todos los otros países renunciaban a las armas atómicas.
En los años 80 Gorbachof y los hombres de la Perestroika, en un momento de grandes tensiones internacionales, iniciaron una política de desarme unilateral. Parecía que el peligro de una guerra atómica se había superado y que una época de distensión estaba comenzando. Al inicio de los años 90 los acuerdos entre Estados Unidos y Rusia llevaron al desmantelamiento de muchos miles de cabezas nucleares tácticas.
Pero en 1995 China y Francia, no obstante las grandes protestas populares, retomaron los experimentos nucleares, seguidos por India y Pakistán.
En mayo de 2005, la VII Conferencia de revisión del Tratado fracasó. El motivo principal de este fracaso fue el rechazo de Estados Unidos a la creación de una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente, y el de las potencias nucleares a elaborar un programa para su total desarme.
La OTAN se mueve por fuera de los acuerdos del Tratado, violándolos abiertamente. Los Estados Unidos han diseminado bombas en las varias bases americanas que se encuentran en Europa: 150 cabezas nucleares en Alemania; 20 en Bélgica; 20 en Holanda; 110 en Gran Bretaña; 90 en Italia; 90 en Turquía.Estados Unidos sigue persiguiendo un viejo plan: El escudo estelar. Quiere instalar en Europa misiles capaces de interceptar eventuales ataques enemigos. Ha siempre intentado evitar que un eventual conflicto nuclear pueda golpear su territorio, tratando de trasladar el teatro de la posible guerra hacia otros continentes, como el europeo. 
No obstante las reducciones efectuadas en los años 90, quedan en el mundo alrededor de 30.000 cabezas nucleares, suficientes para destruir nuestro planeta 25 veces. Según los datos oficiales, Rusia ha admitido de poseer 20.000 bombas, Estados Unidos 10.500, Francia 450, China 400, Gran Bretaña 185 y según algunos observadores Israel posee al menos 200, siguen India Pakistán y Corea del Norte. 

PAZ CRECIENTE O DESTRUCCIÓN CRECIENTE

En tanto ha recomenzado la carrera de rearme nuclear: Rusia en el 2004 ha realizado 16 explosiones esperimentales de misiles balísticos. Gran Bretaña proyecta nuevas bombas nucleares para los submarinos Trident, y Estados Unidos está proyectando pequeñas bombas para usar en el campo de batalla y otras que puedan penetrar en profundidad en el terreno. Francia y Estados Unidos afirman además que no subsiste ya el compromiso de no ser los primeros en utilizar las bombas nucleares.El peligro de la explosión de un dispositivo nuclear es muy grande, sobre todo si se considera que hoy es posible transportar en un maletín una bomba diez veces más potente que la lanzada sobre Hiroshima.En los diversos conflictos que están estallando, observamos, más allá de las motivaciones oficiales, una intención destructiva, de control y expropiación de los recursos. Los señores de universo, como los llama el Financial Times, están mostrando en los hechos no sólo incapacidad e irresponsabilidad, sino sobre todo que sus mentes están enfermas y guiadas sólo por la primitiva lógica de la violencia. Millones de personas sufren por guerras que no han elegido y de las cuales no conocen ni siquiera las aparentes motivaciones. En esta atmósfera la violencia crece y se extiende a todos los campos.Estamos frente a una nueva lucha que involucra a todo el planeta: de un lado unos pocos malvados con sus testaferros, del otro miles de millones de personas, forzadas a vivir en el dolor, en el terror, en la soledad y en la falta de futuro. Estamos frente a una encrucijada: paz creciente o destrucción creciente. 

LA ELECCIÓN NO-VIOLENTA

En todo el mundo se está desarrollando un Movimiento pacifista y no-violento, que une a personas de diferentes razas y religiones, culturas y generaciones. Es una nueva sensibilidad que comprende que lo que sucede en un punto termina influyendo sobre todo el resto: puede haber bienestar y paz, o para todos o para nadie!Este movimiento se inspira en Guías espirituales como Mahatma Ghandi, Martin Luther King y Silo, utiliza la no-violencia como metodología de acción: presionar sobre los gobiernos y los poderosos para que revisen sus decisiones, desastrosas.Queremos que el gasto militar se convierta en gasto para la paz y el bienestar. Es suficiente el 10% del gasto militar para comenzar a vencer al flagelo del hambre en el mundo. Eligiendo el camino de la paz creciente mejorarán las condiciones de vida en los países más pobres, previniendo, además, las emigraciones a que son obligados estos pueblos empujados por las necesidades. En los países más ricos se invertirá en las columnas principales de una verdadera civilización, la educación y la salud, que hoy se mueven peligrosamente hacia una ciega privatización. Nacerá una distensión internacional y una nueva colaboración entre los pueblos que favorecerá no el choque entre las culturas, sino la convergencia de las diversidades hacia la Nación Humana Universal. 

NUESTRO PEDIDO

Se debe suspender inmediatamente la construcción de nuevas armas atómicas e iniciar negociaciones para el desmantelamiento progresivo de todos los dispositivos nucleares.
Las potencias nucleares deben comenzar un desarme proporcional supervisado por las Naciones Unidas.
Los países que ocupan territorios extranjeros deben inmediatamente retirar sus tropas, digamos basta a la hipocrecía de las guerras humanitarias.
Nuestro gobierno debe tomar posición contra la política del rearme nuclear y no debe apoyar ninguna guerra.
Pedimos a los científicos ocupados en la construcción de armas que comprendan la grave responsabilidad que tienen, y que pongan su inteligencia y conocimientos a favor de una ciencia de la paz y no de la guerra.
Pedimos a los periodistas que no sean portavoces de los poderosos, sino que den voz a la justicia y a la verdad.
Pedimos a los ejércitos que estén al servicio de los pueblos, y no al de pocos hombres sin escrúpulos que quieren la destrucción de la Tierra.
Pedimos a los pocos políticos que todavía tienen un corazón y una razón que apoyen toda iniciativa por el desarme y contra la guerra, incluso enfrentándose a sus gobiernos y a sus partidos. 
Pero este mensaje está dirigido sobre todo a ti: difunde este Movimiento y esta esperanza en cada rincón de la tierra. Lucha contra la guerra y supera también la violencia que está presente en tu corazón.
Enciende tu rebelión, enciende tu antorcha de esperanza! 

Praga, septiembre 2006


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