Escudo espacial
HUELGA DE HAMBRE EN EL PALACIO
Inmediatamente me dieron ingreso como Senador junto a mi asesor Martín Dávila. El Presidente Evo Morales me recibe en el Salón Rojo donde otros ministros, dirigentes y huelguistas instalados en el suelo procesan su presión al Parlamento para que cumpla su trabajo constitucional. Detiene su juego, se levanta, sonríe y me otorga toda su confianza. “Gracias Jefe”, me asegura ofreciéndome una sonrisa franca y tranquila. Le di mi apoyo y mi adhesión total, con un apretado abrazo confirmé la amistad y el servicio a la patria en su figura humana destacable, reiteré mi compromiso: “Sobre todo a MI PRESIDENTE, en esta hora crucial, cuente conmigo, siempre, mi Presidente”.
Me despide y nuevamente me regala su sonrisa indígena, pura, sencilla pero plena de ternura, gratitud y sabiduría. Cómo no registrar la relevancia de este hombre que vive segundo a segundo el latido profundo de la patria, en una constante vocación de servicio. Evoco a las cuatro mujeres huelguistas mineras de 1977 contra la tiranía; hoy el presidente de la nación y los dirigentes sociales, en huelga para que se cumpla la CPE y el Congreso trabaje la importante ley de Régimen Electoral que ordenó el soberano.
Saludo a los ministros acompañantes Rebeca Delgado y Alfredo Rada. El ministro de gobierno me anuncia tranquilidad social y la ministra Delgado en su despacho me relata el seguimiento, paso a paso, del proceso legislativo desde su inicio, la preocupación ante la dificultad del tratamiento del proyecto de ley, las modificaciones propuestas, la realidad de los eventos. Me obsequia el informe de la CEELA de expertos internacionales sobre la confiabilidad en un 96% del Padrón Electoral boliviano.
Con la agraciada e inteligente ministra comentamos, con preocupación de profesionales maduros, cuánta ignominia e indignidad existe entre los opositores, cuántos insultos al Presidente, al Vicepresidente, a su familia, al gobierno. Cuántas falsedades e impertinencias de una oposición que el destino deparó a Bolivia en el momento histórico, deplorable y de la más baja estofa. Se atrevieron con la dignidad del mandatario e inclusive se permitieron mencionar a la familia; fue el acabose, salte como un resorte ante la diputada oriental que chillaba improperios, con voz atiplada vomitaba insultos. Le espeté con otro grito chillón llamándole al orden “Cállese, sinvergüenza, le dije, respete y aprenda a respetar al vicepresidente de Bolivia. No le permito que insulte a su familia y que ponga en tela de juicio la nobleza de su madre, esa dama de alcurnia y valores innatos, la mejor de la sociedad cochabambina y boliviana”. Repetí: ¡Es usted una sinvergüenza!
El diputado Murillo, agradeció a Álvaro García por haberle dado la oportunidad de permitirle retirar la venda de los ojos de los bolivianos para descubrir que el vicepresidente no era un demócrata sino un dictador; además, no pasará a la historia como un demócrata.
En la justificación de mi voto nominal por el SI agregué que el Vicepresidente no requería de profetas, a nosotros no nos interesa que pase a la historia como un demócrata neoliberal, queremos que pase como un revolucionario, transformador de estructuras nefastas, eso sí le honrará históricamente y a perpetuidad. Agregué que los opositores debían lavarse la boca con iodopovidona y el alma con una brochada de ética primordial.
Caminaron sobre curules, amenazaron, levantaron los puños y de sus bocas estridentes de infernal vocabulario chorros pútridos enturbiaron la atmósfera. Esa no es Nuestra Bolivia. En el frontis el libertador fruncía el seño enojado desde su lampo olímpico.
Concluí asegurando que la hiena de la oligarquía, herida de muerte, entraba en su fase Terminal con ataques convulsivos epilépticos, insultando, como terminan las fieras previo a su ingreso al averno antes de su extinción definitiva.
Sucederá lo propio aquello que sucedió a los extintos: FSB-PIR-MNR- ADN-MIR-CS todas esas bazofias políticas que se atrevieron a lesionar la dignidad de nuestro pueblo.
Fue impresionante la compostura heroica de Álvaro García y sobre todo remarcable su resistencia física y psicológica, su paciencia y control al escuchar voces disonantes durante dos días de trabajo ininterrumpido.
Doña Eulalia Uño del Comité de Defensa del Proceso de Cambio y los DDHH de los bolivianos en el exterior se comunica telefónicamente con el suscrito, preocupada del éxito del PL. Termina con una frase emotiva: “Cómo no amar a nuestra patria desde la distancia, desde la lejanía, ofrecemos todo el apoyo mediante un piquete de huelga en la puerta de la Embajada boliviana en Buenos Aires. Recomienda no se reste escaños a la nación Afro-boliviana. Esa es Nuestra Bolivia revolucionaria, humanista, sentimental y profunda.
Gastón Cornejo Bascopé
SENADOR DEL MOVIMIENTO AL SOCIALISMO
10 abril 2009
www.nacionhumana.org
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