En una carta redactada el 28 de noviembre pasado, el Presidente boliviano clamó al mundo entero luchar por rescatar al planeta del capitalismo. A su vez, tomar conciencia por el calentamiento global que daña a la madre tierra, para lo cual elaboró veinte propuestas concretas que presentará en la Cumbre sobre el Cambio Climático a realizarse en Copenhague el 2009.

“Hoy, nuestra Madre Tierra está enferma”, comenzó relatando en su misiva. Y cómo no, si las emisiones de gases de efecto invernadero se han incrementado en un 9,1% respecto a niveles de 1990. Rompiendo los países desarrollados y de economías en transición, un compromiso hecho en el Protocolo de Kyoto de 1997, según su narración.

“Para el capitalismo no existe la madre tierra sino las materias primas. El capitalismo es la fuente de las asimetrías y desequilibrios en el mundo. Genera lujo, ostentación y derroche para unos pocos mientras millones mueren de hambre en el mundo. En manos del capitalismo todo se convierte en mercancía: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la justicia, la ética, la muerte… la vida misma” (sic), señala el profundo párrafo del líder aymara.

Además, recalcó que el planeta es más importante que las bolsas de Wall Street y del mundo, y que mientras Estados Unidos y la Unión Europea destinan 4.100 billones de dólares para salvar la Banca, los programas relativos al cambio climático tienen sólo 13 billones de dólares, es decir, 313 veces menos recursos. Sumado a que el 2007 el gasto militar a nivel mundial alcanzó los 847.500 millones de euros, correspondiente a 190 veces la ayuda comprometida por los gobiernos en la cumbre de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es más que imperioso ‘golpear la mesa’ de las hegemonías mundiales.

Por esto y otras estadísticas aberrantes, es que llevará sus propuestas concretas a la Cumbre sobre el Cambio Climático que se hará a fines del 2009 en Dinamarca. Algunos puntos importantes refieren a:

undefined- undefinedCambiar el sistema capitalista por uno basado en la complementariedad, la solidaridad y la armonía entre los pueblos y la naturaleza.

undefined- undefinedDesarrollar energías alternativas como la solar, la geotérmica, la energía eólica y la hidroeléctrica en pequeña y mediana escala.

undefined- undefinedEstablecer nuevos compromisos para los países desarrollados del 40% para el 2020 y del 90% para el 2050 de reducción de gases de efecto invernadero. Estos compromisos mínimos deben hacerse de manera interna en los países desarrollados y no a través de mecanismos flexibles de mercado que permiten la compra de Certificados de Reducción de Emisiones para seguir contaminando en su propio país. Eso sí, se deben establecer mecanismos de monitoreo, información y verificación transparentes, accesibles al público.

undefined- undefinedCreación de un Mecanismo Financiero Integral para apoyar a los países en desarrollo en la implementación de sus planes frente al cambio climático. Para ser efectivo, debe contar por lo menos con un aporte del 1% del PIB de los países desarrollados y debe estar bajo la cobertura de las Naciones Unidas y no del Fondo Global del Medio Ambiente (GEF) y sus intermediarios como el Banco Mundial o los Bancos Regionales.

undefined- undefinedImpulsar acciones, programas y planes de mitigación y adaptación para enfrentar el reto del cambio climático. El mejor instrumento no son los mecanismos de mercado, sino los seres humanos organizados, conscientes, movilizados y dotados de identidad.

undefined- undefinedLa necesidad de una Organización Mundial del Medio Ambiente y el Cambio Climático a la cual se subordinen las organizaciones comerciales y financieras multilaterales, para que promueva un modelo distinto de desarrollo amigable con la naturaleza y que resuelva los graves problemas de la pobreza.

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