Escudo espacial
Los militares presionan a Obama para mantener el escudo antimisiles
Medvédev advierte al presidente electo que si sigue con el proyecto de Bush se encontrará con Rusia.
Gates tacha de provocación la amenaza rusa y Berlusconi comprende la firme reacción del Kremlin.
El polémico escudo antimisiles se está convirtiendo en un dolor de cabeza para Barack Obama, a las amenazas del presidente ruso, Dmitri Medvédev, se han unido las presiones de los militares estadounidenses por si decide no llevar a cabo el proyecto. El director del Programa de Misiles de Defensa del Pentágono, el general Henry A. Obering, ha declarado que si el nuevo Gobierno de EE.?UU. decide poner fin al proyecto, los intereses del país se verán gravemente lesionados.
Sus declaraciones han coincidido en el tiempo con las del aún secretario de Defensa , Robert Gates, que calificó ayer de «provocación» la intención rusa de desplegar misiles tácticos Iskander en la región báltica de Kaliningrado, en respuesta a la instalación del escudo americano en dos países del Europa del Este. «No es la bienvenida que se merece la nueva Administración estadounidense» aseguró Gates en una reunión de la OTAN en Estonia.
Presiones
En la víspera de su nueva gira mundial que incluye la cumbre de Washington del G-20, Medvédev se mostró conciliador, pero sin ceder un ápice. Una de cal y otra de arena. En una entrevista concedida al diario francés Le Figaro , afirmó estar dispuesto a no llenar Kaliningrado de cohetes, siempre y cuando el nuevo inquilino de la Casa Blanca renuncie a sus planes de instalar en Polonia y la República Checa el polémico escudo antimisiles. «Podemos revisar nuestra decisión, si la nueva Administración de la Casa Blanca reflexiona sobre las consecuencias de instalar sus cohetes y su radar», sostiene el Medvédev en su charla con el rotativo parisiense.
Todas estas declaraciones tienen lugar sin que el presidente electo estadounidense haya filtrado aún cuál es su intención para con el escudo antimisiles.
El general Obering, que se ocupa del escudo antimisiles, afirmó el miércoles que su oficina está a la espera de que el equipo de transición nombrado por Obama les pida información detallada sobre el proyecto. «Hemos descubierto que hay gente que se quedó en el año 2000 y no sabe el enorme esfuerzo tecnológico que hemos hecho desde entonces», dijo. Aunque aclaró que no lo decía por Obama, parece que era a este a quien se dirigía. Y es que durante la campaña electoral, el futuro presidente dijo que «podría ser prudente explorar las posibilidades de desplegar sistemas de defensa antimisiles en Europa» a causa de lo que definió como los esfuerzos de Irán por desarrollar misiles balísticos y armas nucleares.
Pero también añadió que él es escéptico en cuanto a la capacidad tecnológica de Estados Unidos para el desarrollo de este escudo.
El jefe de Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, se alineó sin fisuras con Rusia en el conflicto, justificando la reacción del Kremlin ante la «provocación» que supone el escudo antimisiles norteamericano y comprendiendo su «firme reacción».
En una rueda de prensa la noche del miércoles con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en Esmirna tras la cumbre italo-turca, Il Cavaliere consideró que ha habido «provocaciones» contra Moscú, tanto con el proyecto de los misiles como con «el reconocimiento de Kosovo y la hipótesis de entrada de Ucrania y Georgia en la OTAN.
De todas formas, Berlusconi, amigo personal de Vladimir Putin, espera llegar a un acuerdo y se ha ofrecido como mediador entre Medvédev y Barack Obama. «Me ofrecí como mediador. Y Obama sabe que yo soy el único quien puede ayudarle en ese asunto», dijo.
http://www.lavozdegalicia.es/mundo/2008/11/14/0003_7312003.htm
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