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Escudo espacial

Mikhail Gorbachov: “hemos llegado a la decadencia del imperio americano”

11.11.2008 - Giulietto Chiesa

El periodista italiano Giulietto Chiessa, entrevistó hace algunas semanas al ex presidente soviético, Mikhail Gorvachov. Las reflexiones sobre la crisis financiera, la imagen del FMI, sus críticas al mercado y al neoliberalismo, el futuro de Rusia y la “nueva guerra fria”, lo convierten en un diálogo imperdible, que nuestro sitio no quiere dejar de acercar a sus lectores. Que lo disfruten.

Mikhail Gorbachov mira pasar en los monitores de la CNN las cifras de la catástrofe financiera americana que llega a los mercados de todo el mundo. No es divertido, pero él no trata de esconder una expresión de desdén. “No podrán decir que es culpa del comunismo, o de Rusia. Esto se lo han creado ellos mismos, con sus propias manos. El prestigio de los EE.UU. queda demolido y también el modelo económico y social que han impuesto al mundo entero con su globalización salvaje”.
 
El ex-presidente soviético no deja de señalar –a los numerosos periodistas que lo asedian con preguntas sobre la crisis financiera, la “nueva guerra fría”, la Rusia de Putin y Medvedev- que la idea misma del encuentro de Venecia San Servolo, “Ambiente: de la alarma global a la alerta para los medios de difusión” es la  prueba de que muchas cosas se podían prever y, de hecho, las habíamos previsto. La organización del “Foro de la Política Mundial” ( una iniciativa del mismo Gorbachov ) en Bosco Marengo y Turín, cinco años atrás, respondía precisamente a la intuición de que nos encontrábamos en vísperas de una gran crisis mundial.

Ya entonces era clarísimo que el modelo de globalización americana no era sostenible –dice en el discurso de apertura- y que habría dado lugar a una serie de convulsiones sistémicas. Esta crisis financiera, que en poco tiempo más tendrá efectos devastantes sobre la economía real, no es la única. Hay otras, simultáneas, que están llegando a velocidad creciente: la crisis energética, la del agua, de los alimentos, la demográfica, la del cambio climático, la de la devastación de los ecosistemas. En aquel momento dije cosas que no fueron escuchadas: que para afrontar los peligros que se delineaban –y que no me vengan a decir que no eran previsibles- habría sido indispensable construir una nueva arquitectura de las instituciones internacionales, siendo evidente que la actual no está en condiciones de hacerles frente.
 
¿Puede dar un ejemplo, Mikhail Sergeevic?

Mire la imagen deplorable que está dando el Fondo Monetario Internacional, que ha desaparecido en la niebla del pánico de los Mercados, aplastado por la impresionanate vastidad del desastre financiero. Pero ese es solo un ejemplo. El hecho es que esta nueva arquitectura presuponía el reconocimiento de la pluralidad del mundo despues del fin de la URSS. Es decir, luego de la desaparición de la URSS, había sujetos potentes que habrían querido participar activamente: China, India, Brasil, Sudáfrica, Indonesia y, naturalmente, Rusia. En cambio Washington eligió el camino más facil: el imperio. Creyeron poder, es más, creyeron tener que decidir solos y por cuenta de los demás. Naturalmente creando riqueza para sí, endeudándose, imprimiendo decenas, o tal vez cientos, de trillones de dólares sin cobertura alguna que no fuera la propia fuerza militar. Ahora experimentamos concretamente que el mundo unipolar ha fracasado. Porque, además de ser profundamente injusto, era y es políticamente irreal y físicamente insostenible.

¿Qué quiere decir con físicamente insostenibile?

Que está en contraste con las leyes de la física y de la dinámica, porque no puede haber desarrollo indefinido en un sistema de recursos limitados.  En cambio, el modelo del turbo-capitalismo está enteramente construido sobre la ilusión de infinidades inexistentes. No se puede pretender el lucro creciente a toda costa, porque a un cierto punto la curva comenzará a flexionarse. No se puede instigar a la población a aumentar los consumos ilimitadamente porque los recursos no son infinitos, empezando por los recursos energéticos. Porque utilizando energía fósil al ritmo delirante actual producimos enormes cantidades de anhídrido carbónico y recalentamos el planeta mucho más allá de los límites de equilibrio, que han empleado algunos miles de millones de años en formarse.

Entonces, ¿qué hacer?

Hay que cambiar el modelo mientras estemos a tiempo. El mercado sin reglas ha sido un desastre, el neo-liberalismo se ha revelado un fraude global.

Pero esto implica cambios gigantescos en las costumbres y las condiciones de vida de miles de millones de personas.

Hay dos modos de afrontar el problema. El primero es acallar la verdad y postponer decisiones que, se sabe, son impopulares. Y esto, además de impedir que la gente comprenda y comience a modificar su modo de vivir, favorecerá el advenimiento de otras crisis devastantes.  O comenzar a decir la verdad y a organizar el cambio con sabiduría y rápidamente. Se necesita una glasnost mundial.

¿Pero cómo se puede hacer?

El Foro de la Política Mundial, junto con el Club de Roma, la Provincia de Venecia y el Ministerio del Ambiente han dado lugar a una reflexión que quiere integrar a los operadores mediáticos importantes. Los medios de comunicación pueden ser un potente vehículo de información y de formación de la opinión pública. Pero deberán cambiar porque el mensaje que han difundido hasta ahora se opone a toda perspectiva de sustentabilidad. Me refiero en primer lugar a la publicidad.

¿Ud ve una relación entre estas crisis y las nuevas tensiones internacionales y un regreso a la guerra fría?

Existe una relación indirecta pero evidente. Nuevos sujetos potentes internacionales, Rusia y China por ej., ya están actuando en el escenario mundial. Sus intereses no coinciden o no se pueden conducir a los intereses de los EE.UU. Las reglas de estos últimos no se pueden imponer a los primeros. La guerra de Georgia contra Ossetia es un ejemplo de cómo se trató de imponer las reglas del imperio a Rusia. Le fue mal al imperio.

¿Quiere decir que de ahora en más Rusia se va a poner dura?

Rusia está abierta al diálogo, pero se cerrará frente a imposiciones. Es indispensable que haya una nueva conferencia para la seguridad colectiva, que lleve a alguna forma de Consejo de seguridad europeo, dotado de poderes y hasta de formas de interposición. Es necesario poner en marcha este proceso, evitar las movidas unilaterales, los actos de fuerza, la ampliación de las aleanzas militares (obviamente estoy hablando de la OTAN), y renunciar a la instalación de nuevos sistemas de armas (es obvio que estoy hablando de los misiles USA en Polonia y el radar en la República Checa).

¿Qué opinión tiene de Putin?

Ha cometido  no pocos errores, pero hay que considerar que ha heredado de Eltsin un país al borde del colapso. Sumando todo, me parece que lo positivo supera lo negativo, y por mucho. Tendríamos que estarle agradecidos.

Pero de democracia en Rusia no se habla.

Después del indecoroso comportamiento de los medios de comunicación occidentales respecto de la agresión de Georgia contra Ossetia del Sur pienso que la pretensión occidental de enseñar democracia a Rusia debería ser redimensionada. Los occidentales y los europeos tendrían que aprender a tener paciencia, sobre todo porque no tienen alternativa. Rusia está realizando una transformación democrática. Los tiempos no son iguales en todos lados. Europa ha empleado algunos siglos en construir el estado de derecho. Dennos tiempo y no traten de darnos lecciones. Sabemos aprender solos.

¿Es cierto que ha fundado un partido propio?

Estoy pensando en ello, veremos. Pero creo que se necesitan partidos distintos de los que se pueden comprar o de los que ya se han vendido. Se necesitan organizaciones democráticas que favorezcan la participación de los ciudadanos. De otro modo aumentará el abismo que ya existe entre la política y la gente. Mientras que, por lo que respecta a los cambios inevitables que se anuncian, será necesario que millones de personas sean concientes y se activen. Esto vale para Rusia pero también para ustedes occidentales. Y también para ustedes europeos.

¿Qué opinión le merece el que hayan asignado el Nóbel por la Paz a Martti Ahtisaari?

No quiero hacer ningún comentario.

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Traducido para Nación Humana por Mónica Brocco
http://www.nacionhumana.org/index.php?option=com_content&task=view&id=486&Itemid=1


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