Escudo espacial
Ecuatorianos piden papeles
9.11.2008 - Sofía Guerrero - www.eluniverso.com
La ocupación de un edificio vacío en Bruselas por parte de 200 indocumentados de varias nacionalidades, entre ellos 44 ecuatorianos, busca presionar a las autoridades de Bélgica para que les otorguen una estadía legal en ese país.
El barrio africano de Matongé, en la parroquia de Ixelles, en el centro de la capital, es donde están los ecuatorianos, la mayoría otavaleños que aspiran lograr obtener sus documentos con una ocupación apoyada y organizada por la Unión de Defensa de los sin papeles en Bélgica (UDEP).
En el edificio, una antigua agencia de la empresa eléctrica belga, se nota que la puerta de entrada fue violentada con una pata de cabra. El hall principal carece de iluminación interna. En esa oscuridad, los indocumentados deambulan o se ubican cerca de las puertas de acceso a las otras dependencias de la antigua agencia comercial.
En una segunda gran pieza más iluminada están otros acostados sobre colchones en el piso y con bolsas llenas de ropa y más pertenencias que forman un cerco para protegerse de las miradas de los vecinos.
Alrededor de una mesa hay un grupo de ecuatorianos de la lista que participan en la ocupación y que se mantienen alerta y unidos sin mezclarse con las otras nacionalidades. Según Pedro Caghuaski, coordinador del grupo, en la acción hay siete niños de entre 12 meses a 7 años de edad.
Los connacionales se encuentran en condiciones difíciles. Tienen calefacción y luz, pero carecen de agua y sanitarios. Duermen en el suelo, no tienen platos ni cubiertos, pero comparten su comida en confraternidad.
En general, los indocumentados corren de un lado a otro tratando de permanecer en las listas de presencia por grupo o en la entrega de alimentos. Las ocupaciones exigen que los indocumentados estén en el lugar, no solo por las visitas de las autoridades u ONG que apoyan a los sin papeles, sino para sostener el movimiento y que no se adhieran a personas que no pertenecen a la acción.
“Estas listas son importantes porque permiten a los organizadores y coordinadores de la UDEP y al coordinador de cada grupo verificar cuántos somos y si estamos o no en la ocupación”, explica temerosa de su suerte Marina Velarde, quien tiene once años en Bélgica.
Las ocupaciones (de edificio, grúas, iglesias, etcétera) son el principal medio de presión de la UDEP para lograr que los irregulares obtengan papeles por tres meses y que luego su situación se regularice al obtener un contrato de trabajo.
“Nos jugamos todo con esta acción porque queremos quedarnos”, dice un otavaleño.
Ana Lucia Bravo Tenesaka, otavaleña de 22 años y en estado de gestación, también se encuentra en la ocupación. “Tengo 4 meses de embarazo y el padre de mi hijo no quiere saber nada de mí. No quiero regresar a Ecuador porque no tengo a nadie allá”, dice.
Sofía Guerrero - Bruselas - Bélgica
http://www.eluniverso.com/2008/11/07/0001/626/A5D7AB051BE941DFBA33811699C215F0.html
El barrio africano de Matongé, en la parroquia de Ixelles, en el centro de la capital, es donde están los ecuatorianos, la mayoría otavaleños que aspiran lograr obtener sus documentos con una ocupación apoyada y organizada por la Unión de Defensa de los sin papeles en Bélgica (UDEP).
En el edificio, una antigua agencia de la empresa eléctrica belga, se nota que la puerta de entrada fue violentada con una pata de cabra. El hall principal carece de iluminación interna. En esa oscuridad, los indocumentados deambulan o se ubican cerca de las puertas de acceso a las otras dependencias de la antigua agencia comercial.
En una segunda gran pieza más iluminada están otros acostados sobre colchones en el piso y con bolsas llenas de ropa y más pertenencias que forman un cerco para protegerse de las miradas de los vecinos.
Alrededor de una mesa hay un grupo de ecuatorianos de la lista que participan en la ocupación y que se mantienen alerta y unidos sin mezclarse con las otras nacionalidades. Según Pedro Caghuaski, coordinador del grupo, en la acción hay siete niños de entre 12 meses a 7 años de edad.
Los connacionales se encuentran en condiciones difíciles. Tienen calefacción y luz, pero carecen de agua y sanitarios. Duermen en el suelo, no tienen platos ni cubiertos, pero comparten su comida en confraternidad.
En general, los indocumentados corren de un lado a otro tratando de permanecer en las listas de presencia por grupo o en la entrega de alimentos. Las ocupaciones exigen que los indocumentados estén en el lugar, no solo por las visitas de las autoridades u ONG que apoyan a los sin papeles, sino para sostener el movimiento y que no se adhieran a personas que no pertenecen a la acción.
“Estas listas son importantes porque permiten a los organizadores y coordinadores de la UDEP y al coordinador de cada grupo verificar cuántos somos y si estamos o no en la ocupación”, explica temerosa de su suerte Marina Velarde, quien tiene once años en Bélgica.
Las ocupaciones (de edificio, grúas, iglesias, etcétera) son el principal medio de presión de la UDEP para lograr que los irregulares obtengan papeles por tres meses y que luego su situación se regularice al obtener un contrato de trabajo.
“Nos jugamos todo con esta acción porque queremos quedarnos”, dice un otavaleño.
Ana Lucia Bravo Tenesaka, otavaleña de 22 años y en estado de gestación, también se encuentra en la ocupación. “Tengo 4 meses de embarazo y el padre de mi hijo no quiere saber nada de mí. No quiero regresar a Ecuador porque no tengo a nadie allá”, dice.
Sofía Guerrero - Bruselas - Bélgica
http://www.eluniverso.com/2008/11/07/0001/626/A5D7AB051BE941DFBA33811699C215F0.html
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