Svět bez válek a násilí

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Escudo espacial

Mostrando los dientes

9.10.2008

No se trata de una cita para una reunión de amigos. Tampoco es, necesariamente, un encuentro para confrontar. Pero el hecho es que un conjunto de barcos de guerra rusos, encabezados por la nave Pedro El Grande se desplaza  por el Atlántico Norte con rumbo al Caribe. Allí, frente a San Juan de Puerto Rico, ya están fondeados los barcos estadounidenses “Kearsarge” y  “Farragut.”

Lo más probable es que los buques de estas flotas navales que parecen reanudar la Guerra Fría pasen unos al lado de los otros, fingiendo indiferencia. Pero la sensación popular es similar a la que viven los bañistas que ven pasar tiburones en ambas direcciones.

Avisamos, porque nos avisan, que no hay noticias en los medios masivos de comunicación.

“Pedro el Grande”, el “Almirante Chabanenko” y los barcos acompañantes vienen vigilados por naves del Reino Unido y de la OTAN. No se sabe hoy si sólo por un trayecto o si van a plegarse hasta llegar al Caribe. Esa es la zona donde los voceros de la Armada estadounidense dicen que van a prestar “servicios humanitarios”. Cuesta imaginarse a un dentista descendiendo de un barco con armamento nuclear, o a una enfermera empuñando una vacuna para prevenir alguna enfermedad infantil (¿el sarampión? ¿el socialismo?) en los niños nicaragüenses, o dominicanos. Pero, ya se sabe, a los “gringos” nunca se los ha comprendido en América Latina.

Parece propio  de gente desagradecida señalar que nadie los llamó, pero la verdad es que la pregunta cabe. Antes, en épocas de “alianzas para el progreso”, si bien no se sabía para el progreso de quien, al menos se firmaba un documento entre los gobiernos. Luego se enviaba “la ayuda”: entre otras, esterilización femenina sin consentimiento como modo de planificación familiar.

Somos desagradecidos. A tal punto que hay verdadera preocupación -entre quienes están informados- por la escalada naval que comenzó con la reactivación de la IV Flota (ver el blog del 25-05-08) para patrullar las aguas del caribe y América del Sur.

Ahora, “como si fuera poco, parió la abuela” y aparece la escuadra rusa. Pero no hay que preocuparse porque sólo vienen a maniobras conjuntas con Venezuela. Es una operación naval que complementa  los ejercicios de dos bombarderos estratégicos que operan en las costas venezolanas desde hace varias semanas. No hay peligro: si somos rusos o venezolanos todo está bien.

Los barcos yanquis que ya llegaron ¿estarán allí para dar la bienvenida a Pedro el Grande, a su compañero el Almirante Chabanenko y a los barcos que los acompañan?

Según los datos oficiales, el Kearsarge “es el buque insignia de su propia fuerza de ataque compuesta por media docena de barcos más; cuenta con helicópteros artillados; aviones de combate; misiles; una tripulación de 77 oficiales y 1.000 marineros y una fuerza expedicionaria de 2.000 infantes de marina con sus tanques y camiones.  Además, cuenta con un hospital naval.”

“El Farragut -se lee en un folleto- es una máquina de destrucción que tiene “el arsenal más mortífero instalado jamás”. Cinco sistemas de radares y misiles Tomahawk y ASROC, así como varios tipos de misiles tierra-aire y tierra-tierra y un helipuerto”.

En tren de mostrarse los dientes unos a otros, las noticias de las agencias rusas dicen que “el Pedro el Grande es un crucero lanza misiles pesado impulsado por cuatro reactores nucleares y tres turbinas auxiliares, que tiene capacidad para lanzar una enorme cantidad de misiles -incluyendo atómicos- hasta distancias de 500 millas. Su variada capacidad de fuego le permite enfrentar varios adversarios a la vez, incluyendo portaaviones. Complementa su fuerza con torpedos y helicópteros de combate.”

“El destructor Almirante Chabanenko está diseñado para la guerra antisubmarina.”

Queremos creer que sólo será eso: mostrarse los dientes y mirarse, de reojo, la musculatura. Los mares del sur serán un escenario donde expondrán, más que poderío,  la miseria moral de una clase dirigente de la prehistoria.

Es de esperar que nuestros gobernantes alcancen la altura de sus pueblos y se concentren en el proyecto de integración sudamericana. La unión regional es la respuesta.

http://luisammann.com.ar/2008/10/02/mostrando-los-dientes/


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