La noticia de la aprobación de la "directiva retorno" fue recibida por los humanistas con pesar e incredulidad. Europa está retrocediendo a pasos agigantados hacia el oscurantismo, el egoísmo, la prepotencia, el racismo, la explotación y el antihumanismo.
 
Los europeos siempre hemos viajado por todo el mundo sin pedir permiso a nadie, además hemos explotado a todos los pueblos, aunque, en muchos casos, gente buena también iba en los viajes y terminaba por mezclarse con los pueblos originarios o indígenas, aportando con ellos grandes avances en ambos continentes. Un ejemplo mayoritario de lo que decimos son nuestros padres, abuelos y bisabuelos que poblaron y ayudaron a mejorar el continente latinoamericano y los latinoamericanos nos ayudaron a que mejoráramos nosotros y nuestra tierra que recibió gran parte de esa riqueza que fue la base de nuestro posterior desarrollo y bienestar.

La vieja y rica Europa ha saqueado sin medida los recursos naturales y la riqueza de los otros pueblos, hemos esclavizado a otras personas y a pueblos enteros, viéndolos como objetos, objetos para nuestro uso, como simples máquinas de trabajo, despojándolos de su humanidad y, por cierto, de su intencionalidad y libertad.
 
Hasta hace poco hemos dejado entrar a estos viajeros cuando los necesitábamos como mano de obra barata, otra vez repitiendo la mirada "cosificadora"(deshumanizada) sobre el otro. Ahora se ha decidido encerrarlos en verdaderos campos de concentración, maltratarles, arrestarles, expulsarles. Son personas iguales a nosotros, sólo que con rasgos externos y costumbres diferentes, con menos dinero, menos oportunidades - situación también mantenida en sus países de origen por las elites poderosas que manejan nuestra democracia formal y cuentan con la complicidad de muchos gobernantes y sin vergüenzas de allí que también se benefician con esta injusticia y violencia económica, racial y psicológica innecesaria.

No sabemos donde irá a parar toda esta monstruosidad, pero no nos cabe la menor duda que tendrá consecuencias negativas para todos, ya que las acciones, sean del signo que sean, traen consecuencias sobre quien o quienes las ejercitan, no sólo sobre quien o quienes son ejercitadas: serán buenas o malas, según sea buena o mala la dirección que las motive y aplique sobre los otros seres humanos. No obstante, les aseguramos que los humanistas europeos no vamos a quedarnos parados frente a estas políticas migratorias salvajes, insensibles y antihumanistas, aprobadas y diseñadas por aquellas mentes pragmáticas que son incapaces de ver más allá del beneficio inmediato, incapaces de comprender los procesos históricos y de sentir el dolor y sufrimiento de otros seres humanos; políticas migratorias impropias de un continente cuya historia está cargada de momentos de  grandes y masivas emigraciones que permitieron a grandes conjuntos humanos albergar un futuro mejor para ellos y sus familias.

Los humanistas europeos preferimos una y mil veces que se queden los sin-papeles e indocumentados y que se vayan los sin vergüenzas, sólo éstos son ilegales al sostener un sistema ilegal que pone antivalores por encima de la vida y del ser humano, cerrando el futuro a millones de personas.

Hemos sostenido, sostenemos y sostendremos que “ningún ser humano es ilegal” y que “no hay nada por encima del ser humano y ningún ser humano por debajo de otro ser humano”. Y utilizaremos la fuerza de la no-violencia activa para inspirarnos e inspirar a todos aquellos que aún sienten adentro suyo el espíritu humanista que animó e iluminó en tiempos pasados los corazones y mentes de grandes europeos capaces de saltar por encima del abismo, la irracionalidad y la barbarie alumbrando una Europa mejor y un ser humano nuevo.

Area de cultura, migración y cooperación internacional del Foro Humanista Europeo

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Milan 17.18 y 19 octubre 2008

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