Es muy importante la reunión de los presidentes de América del Sur, citada hoy en Santiago por la presidenta de Chile Michelle Bachelet a raíz de la crisis en Bolivia

La oposición boliviana no logró el apoyo popular en el reciente referéndum, siendo derrotada por más del 66% de los votos y tampoco logró el apoyo internacional para derrocar al gobierno de Evo Morales. En vez de asumir su derrota en un proceso democrático, han tomado la decisión de desestabilizar al gobierno boliviano a cualquier precio.

La expulsión del embajador norteamericano de La Paz fue un llamado de atención a toda la comunidad internacional para que impidan el intervencionismo norteamericano que está apoyando a los prefectos que buscan la división de Bolivia promoviendo la guerra civil.

Este intento de la presidenta Bachelet y de los gobernantes suramericanos marca un nuevo momento en la historia latinoamericana. Los pueblos ya no están aislados y comienzan a integrarse, no sólo económicamente, sino para defender sus derechos, su democracia y la libertad para decidir sus destinos.

Este encuentro, más allá de declaraciones particulares, es una señal clara para el gobierno de Estados Unidos que los pueblos ya no están solos, están unidos para impedir la intervención, las operaciones secretas y los intentos de controlar los destinos ajenos. Estados Unidos se está enterando que el mundo ha cambiado y que no puede incentivar la división de facciones al interior de Bolivia y de ningún otro país suramericano.

Llamamos al pueblo boliviano a unirse en torno a la figura de Evo Morales porque no es momento para discusiones ni divisiones; es momento de resistir a través de la No Violencia, de unirse y avanzar hacia el plebiscito de la Constitución. Es momento de que los prefectos se sienten a dialogar con el presidente Evo Morales y acepten el juego democrático para construir un mejor futuro para su nación.

Esperamos que esta reunión de los presidentes suramericanos, sea un paso decidido hacia la unidad de los pueblos, hacia un futuro sin violencia y hacia la materialización de sus derechos a la vida, a la salud, a la educación y a decidir libremente sus destinos.

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