Queridos amigos,

Os agradezco muchísimo por todo el apoyo que nos habéis dado. La huelga del hambre y todas las actividades que la han rodeado han ayudado a empezar a despertar en mucha gente las ganas de luchar, y en otros amigos, que desde hace tiempo vienen luchando contra las guerras y por la paz, a despertar la confianza y la esperanza de que es posible cambiar el estado de las cosas.

En la República Checa hemos tenido la oportunidad de expresarnos en los medios de comunicación. Hoy contamos con el apoyo de partidos, organizaciones y personajes del mundo de la cultura, del arte y de la ciencia.

También hemos obtenido resultados similares en otros países. Mucha gente popular que titubeó a la hora de tomar partido, ha empezado a declararse públicamente en contra de esta política tan peligrosa que muchos gobiernos están intentando imponer a toda costa.

Pero nuestra voz y la de millones de seres humanos que viven cotidianamente entre el dolor y la angustia, no es escuchada.

Hoy el Ministro de Asuntos Exteriores ha confirmado la visita de Condoleeza Rice para primeros de julio. ¡La Señora Condoleeza no es bienvenida en la República Checa! No es bienvenido quien lleva la democracia por el mundo disparando sobre la gente y matando a los niños: ¡un millón de civiles muertos sólo en la guerra en Irak!

En nuestra lucha no violenta estamos dispuestos a todo para defender nuestra democracia y para detener la invasión de un pueblo pacífico como el Checo.

Os pedimos una vez más vuestra ayuda, ayuda en nuestra lucha, ayuda en vuestra lucha.
Ampliemos nuestra protesta, hagámosla llegar a cada nación y a cada ciudad. Hagámosla llegar a cada persona sensible.

No tenemos mucho tiempo para hacer esto. Ya una vez en la historia algunos tuvieron la maldad de usar armas nucleares sobre las poblaciones. Impidamos que esto pueda volver a ocurrir.

Nuestro llamamiento es un grito. Un grito de quien oye el dolor de un posible futuro trágico.
Pero también es una esperanza: la esperanza que esta petición llegue al corazón de cada uno y despierte lo más importante: las ganas de vivir y de luchar para lograr las condiciones en las que queremos vivir: un mundo de paz y no violento.

El 22 de junio tiene que ser la ocasión para dar un nuevo impulso a nuestra acción, planeando también para las siguientes semanas nuevas actividades inteligentes y potentes.

Muchas gracias y un saludo de paz para todos.
Jan Tamas